Dios no nos creó para ser pasivos, claramente nos anima cada día: pelea la batalla de la fe.
La Biblia está llena de historias de personas que pelearon por su bendición por la fe y Dios los respaldo.
Somos llamados a producir cambios cada día batallando por la fe hasta tener la victoria.
El amor al dinero es el origen de muchos males.
Muchos por perseguir al dinero se alejan de la fe y de Dios.
No se puede servir a dos señores (Mateo 6:24)
Dedicarse a perseguir dinero endurece y amarga el corazón, porque produce esclavitud.
Hacer del dinero el centro de la vida produce inestabilidad, porque todo lo que venga a ocupar el lugar de Dios se convierte en un ídolo y Dios lo juzga.
No vivimos para perseguir dinero, las bendiciones nos alcanzan según Deuteronomio 28.
Dios no depende del dinero, en el cielo no hay dinero pero siempre hay provisión y abundancia. Clic para Twittear
Ser trabajadores también es dar buen testimonio de nuestra vida cristiana delante de las personas.
Hechos 20:34-35
Quien no es productivo no puede disfrutar la alegría de dar que es mayor que la de recibir. Clic para TwittearVer Proverbios 6:6-11; 24:30-34; 26:13-16
El de manos diligentes gobernará; pero el perezoso será subyugado.
Proverbios 12:24
Veamos que dice sobre la diligencia y la pereza en La Biblia:
El equilibrio se alcanza mediante la fe, peleando la buena batalla de la fe.
No estamos esperando que Dios haga todo, debemos pelear la buena batalla de la fe, es una batalla por la fe en Jesús.
La falta de actitud de batalla en la fe es lo que muchas veces impide avanzar a cosas mayores.
Pelea la batalla de la fe usando las armas y estrategias espirituales al ser guiado por el Espíritu Santo:
La fe nos fue dada para ponerla a trabajar, para usarla.
La fe introduce a Dios en toda circunstancia.
La fe siempre produce resultados
A los ricos de este mundo, mándales que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios, que nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos.
1 Timoteo 6:17
El deseo de Dios es proveernos de todo en abundancia para que lo disfrutemos, pero debemos tener el corazón y la fe correctas para todo lo que Él nos ha preparado. Pelea la buena batalla de la fe todos los días y conquista lo que Él ya te concedió.