Tenemos un enemigo en común que fue sembrado en el alma humana desde el comienzo de la historia. Este enemigo produce un terrible escape que empieza en el corazón y se evidencia en las acciones. Este enemigo silencioso es el temor. Así que descubriremos como el amor te libera del temor.
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El origen del temor
El hombre contestó:—Te oí caminando por el huerto, así que me escondí. Tuve miedo porque estaba desnudo.Génesis 3:6-10
El resultado de la caída del ser humano en la desobediencia es que se originó algo que no se había experimentado antes, algo llamado temor.
El temor es la capacidad del ser humano de usar su imaginación de manera negativa, es decir torcer la función original de la imaginación que es conectar con lo imposible desde una relación con Dios.
Cuando el ser humano cayó de la gracia de Dios por la desobediencia, perdió la conciencia del amor de Dios y esto produjo inseguridad que derivó en temor.
Fuimos creados para vivir conectados con Dios. Al perder la comunión con Él debido a la desobediencia, la inseguridad invade el corazón para condenarlo a una vida llena de temor.
El temor es el reflejo externo de una falta de seguridad verdadera en el corazón.
El temor no es la condición original para la cual fuimos creados. Share on XEl temor hace que tratemos de escondernos de Dios porque no nos deja ver Su gran amor por nosotros.
El amor y el temor no se quieren ver las caras
La mejor arma contra el temor es regresar a nuestra condición original, es decir, al amor del Padre. Share on X…En esa clase de amor no hay temor, porque el amor perfecto expulsa todo temor… 1 Juan 4:16-18
Entre más conscientes estamos del amor del Padre por nosotros y que ese amor no cambia, ni falla, entonces más empoderados estamos para enfrentar al temor.
El temor trata de nublar el amor de Dios porque sabe que cuando tu encuentras ese amor entonces él tiene que salir huyendo de tu vida.
El amor de Dios libera quien eres realmente
…Entonces el Señor lo miró y le dijo:—Ve tú con la fuerza que tienes y rescata a Israel de los madianitas. ¡Yo soy quien te envía!…Jueces 6:11-16
Un encuentro con Dios siempre va a edificar tu vida.
Dios es amor, así que cuando tenemos un encuentro con Él entonces tenemos un encuentro con el amor verdadero. Ese amor verdadero manifestado en Él y nos transforma. Pues es el amor de Dios el que nos perfecciona, el que realmente nos libera para ser quienes somos.
Gedeón no conocía su potencial, solo conocía la mentalidad de temor y el estilo de vida que resultaba de un temor hecho una cultura.
No perdamos de vista que Dios ya había puesto en Gedeón las capacidades para ser un “guerrero valiente”, para ser una gran líder, para ir con la fuerza interior que tenía. Sin embargo Gedeón no tenía ni idea de todo lo que llevaba por dentro hasta que tuvo un encuentro cara a cara con Dios.
Muchas capacidades maravillosas que tenemos dentro se encuentran dormidas a la espera de volver a conectarse con la fuente original, que es Dios mismo.
Puedes descubrir todo el potencial que llevas dentro al regresar a una vida de comunión con Dios y de confianza en Él por su gran amor.
Mientras el temor detiene y paraliza, el amor de Dios libera y desata todo el potencial que llevamos dentro y que muchas veces nos es desconocido. Definitivamente el amor te libera del temor.
El amor de Dios nos da confianza
Nos preparó un camino
Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. Efesios 2:10
Cuando descubrimos por revelación que Dios realmente nos ama sin reservas entonces vivimos de manera diferente.
El amor de Dios nos afirma en la identidad que tenemos en Él.
El amor de Dios nos hace vivir confiados. Él nos preparó un camino lleno de buenas obras desde hace mucho.
Podemos estar seguros que nuestra vida no está corriendo al azar. Al vivir en una relación permanente con Dios, Él nos va a guiar a todo lo bueno que ya nos preparó.
Nos equipó de adentro hacia afuera
porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7
La intención original de Dios para nosotros es hacernos poderosos en la tierra. Esta es la razón por la cual les dijo a Adán y a Eva que dominaran sobre la tierra, él nos dio poder sobre esta creación.
Alguien poderoso no vive lleno de temor, la identidad de alguien poderoso es valentía y autoridad para enfrentar la vida diaria.
La intención original de Dios también es que seamos amorosos. Él nos creó a Su imagen y semejanza, es decir que si Dios es amor entonces la identidad original del ser humano es también convertirse en amor vivo a diario.
Cuando vivimos en amor entonces Dios permanece en nosotros y nosotros en Él, así vivimos en comunión con Él y podemos vivir como Jesús vivió aquí en la tierra.
La intención original de Dios es que tengamos libertad para escoger. Por eso nos dio el libre albedrío, es decir, la capacidad de decidir voluntariamente que vamos a hacer a diario, si vamos a seguirlo a Él o a los deseos de nuestro corazón.
El vivir con dominio propio es estar rendido a la voluntad del Padre, es escoger agradarle a Él antes que a otra persona. Esto nos da la seguridad de tener Su respaldo al vivir en obediencia y santidad.
Nos dio a Jesús
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13
Dios no solo nos preparó buenas obras y nos equipó muy bien de adentro hacia afuera, Él envió a Jesús para ser la conexión directa entre el cielo y la tierra.
Jesús vino a salvarnos y a revelarnos al Padre. Así que mientras más conocemos a Jesús y vivimos en sus enseñanzas, más revelación y respaldo tendremos del Padre en la vida diaria.
Dios puso cosas grandes y maravillosas dentro de cada uno de nosotros. Estas cosas solo se activan y cumplen su propósito cuando Jesucristo reina en nuestros corazones, porque es Él quien nos da la fuerza para lograr cualquier cosa.
Ahora, ¿Tu que quieres lograr?
Porque con Jesús en tu corazón todo se vuelve posible, porque Dios te ama.
El amor te libera del temor.
Tienes todo lo que se necesita.
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