La obediencia es una decisión y no una emoción.
La obediencia es algo que nace del corazón y determina cómo vivimos a diario.
En Deuteronomio 30:20 vemos:
Ama al Señor tu Dios, obedécelo y sé fiel a él, porque de él depende tu vida, y por él vivirás mucho tiempo en el territorio que juró dar a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob.
Ama al Señor tu Dios, obedécelo y sé fiel a él, porque de él depende tu vida. Deuteronomio 30:20 Clic para TwittearPuedes leer Dt. 28:1-14 y allí encontraras las muestras de la bendición en la vida:
-Portadores de la bendición
-Bendición sin importar el lugar (como Abraham)
-Bendición para los hijos
-Bendición en todo lo que produzcas, sea en empleo o negocio
-Bendición de buena alimentación (Abundancia)
-Bendición en el hogar
-Bendición en los viajes
-Victoria sobre los enemigos
-Bendición para ahorrar
-Bendición en todo el trabajo que hagamos
-Bendición de territorio propio y estabilidad
-Bendición de estabilidad espiritual como hijo de Dios
-Honra y reconocimiento que Dios está contigo
-Abundancia de bienes, hijos, negocios y productividad
-Cielos abiertos en todo lo que hagamos
-Abundancia para prestar y no tener que pedir prestado
-Donde vayamos seremos cabeza (como José)
-Siempre estaremos en la cima (excelencia y éxito)
Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.
¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él.
Juan 14:15, 21, 23, 24
Puedes leer Dt. 28:15-68 y encontrarás las manifestaciones de la maldición en la vida:
-Maldición sin importar el lugar
-Mala comida y escasez de alimento
-Se hereda la maldición a los hijos
-Lo que se produce no es bueno
-Problemas en el hogar
-Problemas en los viajes
-Confusión y fracaso en todo
-Ruina repentina
-Muerte temprana
-Plagas
-Epidemias, virus y enfermedades
-Calor excesivo y sequía
-Devoradores de lo que se emprende
-Contienda constante e insatisfacción
-Cielos cerrados y duros como el bronce donde se siente como que la oración no pasa
-La tierra se vuelve improductiva como el hierro, las semillas no germinan
-Escasez de lluvia, tormentas de arena y erupciones volcánicas
-Derrota frente a los enemigos
-Humillación en vida y aun después de la muerte
-Aflicción con enfermedades incurables
-Locura y problemas mentales
-Ceguera espiritual, no poder ver la verdad
-Fracaso en todo, opresión, robo e indiferencia
-Desgracia, inestabilidad y fracaso en el área sentimental
-Despojamiento de propiedades
-Pérdida de negocios
-Imposibilidad de disfrutar de lo que se intenta
-Injusticia y abuso
-Pérdida de hijos extraviados
-Deudas y trabajar para pagar intereses
-Esquizofrenia
-Problemas de movilidad y lepra
-Destierro, burla y ridículo
-Trabajar mucho y tener pocas ganancias porque la mayoría se lo lleva el devorador de las finanzas
-Imprevistos que dañan el fruto del trabajo y la familia
-Deudas
-Poco éxito
-Hambre, sed, pobreza extrema, esclavitud (deuda)
-Sin paz ni descanso, angustia, la vida se va solo en anhelos, zozobra constante, terror e inseguridad (v.65)
-Pasar la vida sin propósito solo esperando que pase el tiempo
Cristo nos rescató de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros, pues está escrito: «Maldito todo el que es colgado de un madero».
Así sucedió, para que, por medio de Cristo Jesús, la bendición prometida a Abraham llegara a las naciones, y para que por la fe recibiéramos el Espíritu según la promesa.
Gálatas 3:13, 14
Cristo nos redimió de la maldición, Él se llevó la maldición y nos dio Su bendición.
En Efesios 2:1-10 vemos que por la fe en Jesucristo recibimos la gracia de Dios para ser salvos y entrar en todo lo bueno que el Padre nos ha preparado.
En Hechos 2:36-39 podemos ver claramente que el arrepentimiento es la decisión que nos introduce a vivir en la bendición que Cristo ganó con Su muerte y Su resurrección.
En Hechos 3:19 podemos ver que:
El arrepentimiento trae descanso porque Cristo remueve la carga del pecado y la maldición con Su sangre. Clic para TwittearEn Hebreos 5:7-9 vemos un gran ejemplo pues aún Jesús tuvo que aprender a obedecer a pesar del sufrimiento que eso le conllevaría, por eso Él nos puede ayudar por el Espíritu Santo a ser obedientes a Dios Padre.
En Hebreos 4:14-16 aprendemos que:
Todos hemos fallado y sufrimos las consecuencias de nuestros pecados y errores, pero Cristo por la fe en Su sangre nos da entrada confiadamente al trono de la gracia para recibir perdón y misericordia, para ser libres de la maldición y hallar gracia delante del Padre para vivir en Su maravillosa bendición.