cómo vivir más allá de la razón

Cómo Vivir Más Allá de la Razón

Fuimos diseñados para vivir más allá de la razón y no solo por ella. Así que veamos cómo renovar la mente para regresar al diseño original de Dios para nosotros. Descubramos cómo vivir más allá de la razón.

Gloria de Dios es encubrir un asunto;

Pero honra del rey es escudriñarlo.

Proverbios 25:2

Vivir Más allá de la razón

Cuando la vida cristiana se reduce solo a lo intelectual entonces deja de ser normal.

El cristianismo se define como una vida de fe. Por eso está escrito: “Mas el justo vivirá por fe” (Hebreos 10:38).

Vivir la vida cristiana basados en la razón, es simplemente vivir con una mente carnal, que no está renovada.

Dios no está en contra de la mente o la razón porque Él mismo las creó, pero está en desacuerdo con una mente no renovada.

Muchos abandonan su llamado y sus sueños con Dios porque les suceden cosas que no pueden entender, y esto los limita al punto de querer reducir a Dios a su nivel de conocimiento natural.

Debemos aprender a vivir con el misterio de Dios.

Obedecer solo cuando sabemos que tendremos un buen resultado no es obediencia verdadera.

Aceptar que hay cosas que no entendemos pero por encima de eso vamos a seguir viviendo en obediencia a Dios por la fe, eso es madurez. Clic para Twittear

Vivir por la fe en una cultura plagada de incredulidad es un privilegio y claro que honra a Dios. Siempre hay que recordar que cuando Jesús vuelva espera encontrar fe en la tierra.

El poder de la mente no renovada

Jesús fue a Galilea para bendecir a su propia comunidad, donde creció, con el mensaje y el poder que el Padre le había dado. Pero nadie podría imaginar lo que encontró.

La Biblia dice que quienes lo vieron predicar y hacer algunos milagros se ofendieron. Simplemente no podían aceptar en su mente que el mismo Jesús que habían visto crecer, ahora era un gran siervo de Dios con poder.

Una mente que no ha sido renovada puede limitar la manifestación de Dios, ya que al permanecer en lo natural, termina rechazando aquello que no entiende, incluyendo la manifestación de la presencia y el poder de Dios.

Cómo renovar la mente

Para aprender a vivir más allá de la razón, en primer lugar debemos vivir siempre guiados por el Espíritu Santo y no por la lógica y la razón.

Aprender a no descartar todo aquello que no podemos comprender de manera lógica, es un gran comienzo para una mente renovada.

La revelación de La Palabra de Dios es el punto de partida para renovar la mente. Clic para Twittear

La revelación produce encuentros y experiencias con Dios que superan la mente y la razón.

La mente se renueva especialmente al oír la voz de Dios y experimentar Su presencia.

Otro aspecto importante para renovar la mente es aprender a vivir por la fe desde el corazón y no depender del filtro de la mente para cada cosa en la vida.

Debemos aprender a aceptar la revelación en una mano y el misterio en la otra, ya que Dios no nos va a explicar todo para comprenderlo con la razón, pero eso no debe limitar nuestra fe y obediencia a Él.

Todo el que quiera servir a Dios y colaborar con Él, debe renovar la mente y saber que Dios tiene que quebrantar nuestra lógica, para que no dependamos de nuestros razonamientos, sino que vivamos por la fe en Él.

Nuestra fe debe afectar nuestra mente y no al revés.

Sabemos que nuestra mente ha sido renovada cuando lo imposible nos parece lógico. Clic para Twittear

Dios esconde cosas para que las encontremos

cómo vivir más allá de la razón
Foto por Annie Spratt en Unsplash

Al igual que un padre con su hijo, Dios nuestro Padre oculta cosas no de nosotros sino para nosotros, para que las encontremos. Como Padre, Dios se alegra en nuestra búsqueda y cuando al fin encontramos lo que Él quería que encontráramos.

Renovar la mente sobre esto nos permite comprender y aceptar que esto trae gloria a Dios y nos hace brillar con la luz de Jesús en medio de nuestro mundo.

A ustedes se les ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos; pero a ellos no.

Mateo 13:11

Somos nosotros como hijos de Dios quienes tenemos acceso legal a los misterios del Reino, esa es nuestra herencia. El mundo afuera necesita que bajemos esas respuestas del cielo que traigan solución a los problemas aquí en la tierra.

El Reino de Dios debe invadir cada esfera de la sociedad y esta es una delas razones por las cuales debemos encontrar lo que Dios ha tenido oculto en espera de alguien con hambre de Su revelación. De alguien que se atreva a vivir más allá de la razón.

Ejemplo: El misterio de Ana

El primer libro de Samuel se inicia con la historia de Ana, quien era estéril, hasta que su peor tragedia se volvió su más grande bendición.

Muchas veces aunque las cosas sean difíciles y no entendamos, si al igual que Ana, esa situación nos lleva a clamar desesperadamente a Dios hasta producir un cambio definitivo, entonces veremos que Dios se glorifica grandemente al descubrir Su plan más allá de nuestra comprensión.

Los bienes que se adquieren de prisa al principio,

No serán al final bendecidos.

Proverbios 20:21

Una verdad olvidada

Muchos en la iglesia asumen que no es importante proveer soluciones a este mundo porque, pues es el fin de los tiempos y las cosas se pondrán cada vez peores, las tinieblas, el caos y todo lo demás.

Pero lo que se pierde de vista es que la iglesia somos la sal y la luz del mundo.

Es tiempo de renovar la mente, ya que una mentalidad equivocada sobre esto produce una vida cristiana pasiva y derrotada en su mente, incapaz de creer que el Cristo vivo dentro de cada uno puede cambiar las cosas en cualquier área si colaboramos con Él.

Por mucho tiempo la iglesia ha tenido una mentalidad negativa sobre el porvenir, esto debido a poner un mayor énfasis en las señales del fin que en el papel que tenemos en el final de los tiempos aquí en la tierra.

Muchos cristianos se ocupan más de conocer las señales del fin de los tiempos e interpretarlas, que de ser sal y luz, esto demuestra una mente no renovada, pesimista y carente de encuentros frescos con Dios.

Debemos creer que nuestro papel en este tiempo es traer el Reino de Dios donde quiera que estemos, manifestando Su presencia y Su poder, a fin de que sea aquí y ahora en la tierra como es en el cielo. Así que es hora de vivir más allá de la razón.

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